jueves, 5 de julio de 2018


"El sistema más complejo del universo"

     Viendo como el ser humano colapsa y se levanta a través de los tiempos, deberíamos pensar ¿dónde está esa inmensa libertad e inteligencia que Dios nos ha dado desde el comienzo del mundo y que nos ha hecho merecedores del puesto que tenemos en éste planeta? Respondiendo al interrogante se hallaba un sabio llamado Zarel hablando con el espíritu de la sabiduría, debatían el porqué de la creación del hombre y para que el libre albedrío, Zarel por su parte decía: ¿acaso no sería más fácil si el hombre estuviera programado para ser bueno y no equivocarse? Pregunta a la cuál respondía el espíritu de la sabiduría: tendrías que saber que es el hombre para poder opinar tamaña tontería, a lo que respondió el sabio: El hombre es un ser compuesto por huesos, sangre, carne y muchas bacterias que evolucionaron hasta llegar a ser lo que hoy día estás viendo, o si no dime tú ¿qué carajos es el hombre?, el espíritu de la sabiduría se queda mirando al sabio, con movimientos de duda en su cabeza, como insinuando que de sabio realmente tiene muy poco y le dice: Es ser humano es un sistema biológico porque necesita una parte física que sea funcional para múltiples tareas, es un sistema mental porque necesita aprender,  pensar, imaginar, crear, sentir, amar, frustrarse, desesperarse, calmarse, tener esperanza y muchas cosas más, también es un sistema espiritual que tiene la necesidad de buscar algo más, que intenta nutrirse de todo pero que no sabe nada, Zarel volteaba la cabeza como diciendo que ya él sabía todo eso, a lo que contesto el espíritu de la sabiduría: hubo una vez un hombre que mato miles de palomas intentando demostrar que el hombre era producto de la simple evolución y cuando le hablaron de un creador contesto:  Y si nos ama tanto ¿porque colocó en el mundo más de 900 parásitos para que nos atacaran?, a lo que Zarel asintió con su cabeza, pero el espíritu de la sabiduría refuto ¿crees lo mismo que ése hombre?, el sabio se quedó pensativo por un momento y luego dijo: Es razonable ¡vivimos mejor sin parásitos!
     El espíritu de la sabiduría se tomó la cabeza y comenzó a tirar todo lo que encontraba a su paso, rompió vajillas antiguas y costosas que el sabio había comprado en sus viajes, rompió los rollos de la sabiduría y el buen vivir que el sabio había escrito durante más de cuarenta años, todo lo convirtió en un tiradero mientras que el sabio luchaba incapaz de detenerlo gritando impotente, era tal el desespero por ver dañados sus bienes más preciados que entró en pánico y se puso a llorar diciendo: ¡eres malo¡, ¡muy malo!, entrando en una tremenda ira porque el espíritu tomo las fotografías de su familia y las quemó tomó su espada e intento matar al espíritu pero era muy fuerte, el espíritu lo lanzó por los aires de un solo golpe y por momentos perdió la consciencia, mientras el sabio suplicaba que no acabara con todo, el espíritu arremetía con más fuerza, a ésta vez contra las columnas de la hermosa casa, desolado y en estado de desesperación absoluta el sabio temblaba y lloraba arrodillándose y suplicando que no tumbara la casa que su madre le había heredado, pero era inútil el espíritu no se doblegaba y más daño hacía por toda la casa, el sabio lloraba temblaba, se le había secado la saliva y las lágrimas del estupor, hasta que se quedó callado y comenzó a respirar, observando lo que el espíritu hacía por toda su casa, de pronto se sentó en un sillón, comenzó a tener resiliencia, seco su sudor se sirvió un vaso de agua que era lo único que le quedaba en pie y observaba al espíritu ensañado con su casa, increíblemente se había calmado y ése vaso de agua era el agua  más rica y refrescante  que había bebido en toda su vida, eso era porque  nunca antes había tenido una sed como esa, cuando terminó el vaso de agua le dijo al espíritu, ¿quieres un vaso de agua?, debes estar cansado de tanto hacer desorden en mi casa, al ofrecimiento el espíritu le respondió sentándose al lado de él y diciendo, me hubieras ofrecido el vaso de agua antes, desde que estábamos hablando tenía mucha sed, Zarel lo miró como cuando caemos en cuenta de algo que era evidente y le dijo: Tienes razón si no hubiera discutido tanto y te hubiera atendido como debía, no hubiera tenido que aprender lo que me enseñaste hoy de ésta manera, tuve que aprender que mi mente crea defensas de ataque, de manipulación, entra en estados de desesperación, pánico, ira pero al final de todo ése caos tiene la capacidad de regresar a la normalidad y tener una buena idea, ahora entiendo porque el hombre de la pregunta de los parásitos estaba equivocado, si no hubieran parásitos ni enfermedades nuestro cuerpo no tendría la necesidad de defenderse, crear anticuerpos, nuevas defensas, atacar, entrar en equilibrio nuevamente y evolucionar.
     Cuando Zarel terminó su discurso, el espíritu de la sabiduría se sintió tan bien que se echó a reír un rato, Zarel que antes estaba exaltado con ganas de matar al espíritu de la sabiduría, fue contagiado de la risa y no supo en que momento despertó en su cama con un catarro terrible, al parecer todo había sido un sueño, al levantarse todo estaba en su sitio, recordó que llevaba mucho tiempo enfermo de una terrible alergia en su nariz que lo hacía toser y estornudar a cada rato; al comprender el mensaje del sueño le dijo a sus sirvientes que sacaran todas las cosas de la casa y las vendieran, que limpiaran la casa porque deseaba dar clases nuevamente a los niños y que las ganancias de las cosas vendidas fueran para ayudar en un proyecto a los campesinos del pueblo, los sirvientes del sabio sacaron todo cuanto había de valor en la casa, lo vendieron;  los campesinos del pueblo se sintieron felices y Zarel se alivió de la alergia, tenía tantas cosas que recogían polvo en su casa que eso lo estaba matando, los campesinos se convirtieron en sus mejores amigos y aliados y los niños del pueblo lo amaban como el abuelo sabio de toda la comunidad, su legado se estaba transmitiendo a ellos.          Fin.